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Desde “Miscelánea” continuamos en la España de la Guerra Civil para seguir revisando el billetario emitido en Burgos por el bando sublevado, autodenominado “bando nacional”. Como cierre a las entradas anteriores con las series de billetes de pesetas de 1936 y de pesetas de 1938 vamos a repasar las monedas de papel que emitiría el Banco de España en Burgos ante la falta de moneda metálica circulante durante la contienda.
Estas “monedas de papel”, también llamadas billetes divisionarios, se iban a sacar con valores pequeños para cubrir los pagos cotidianos, en sustitución de las monedas en circulación hasta entonces, muchas de las cuales iban a ser atesoradas por su valor intrínseco (monedas de plata principalmente).
Revisaremos los billetes de 1 y 5 pesetas de 1937 y de 1, 2 y 5 pesetas de 1938, emitidos por el Banco de España en Burgos.

Las monedas en circulación y uso en los primeros años de la 2ª República eran mayoritariamente monárquicas. Antes de la contienda civil circulaban pesetas en plata de los reyes Alfonso XII y Alfonso XIII (acuñaciones de 0.5, 1, 2 y 5 pesetas), monedas de céntimos de peseta en cobre desde el Gobierno Provisional (las primeras «perra chica»: 5 céntimos y «perra gorda»: 10 céntimos) a las monarquías de los reyes Alfonso XII o Alfonso XIII (acuñaciones de 1, 2, 5 y 10 ctmos. en cobre y 25 ctmos. en cuproniquel), las acuñaciones republicanas de 25 céntimos en cuproniquel y 1 peseta en plata. …y las excepciones de los afortunados propietarios de monedas monárquicas más “nobles” (20, 25 o 100 pesetas en oro).
El inicio de la guerra llevó a una falta importante de moneda de uso cotidiano; su guarda y custodia al superar el valor intrínseco su valor de cambio tuvo mucho que ver con esta escasez. Incluso se dice que las monedas de cobre eran usadas para fabricar munición (¿?).
El Banco de España en Burgos, que ya había encargado un fuerte billetario en 1936 con los valores de 5, 25, 50, 100, 500 y 1000 pesetas, iba a continuar sus emisiones con billetes divisionarios (de pequeño valor) diversificando sus encargos por distintas imprentas, tanto nacionales como extranjeras. Estos billetes divisionarios de los años 1937 y 1938, todos ellos de Burgos para los territorios del Bando Nacional, fueron encargados a las imprentas M. Portabella de Zaragoza, Coen e Cartevalori de Milán y Giesecke & Devrient de Leipzig.
En apenas cinco diseños íbamos a ver pasar por sus viñetas los escudos heráldicos del rey Carlos I (emperador Carlos V), del rey Carlos III y el primer escudo de la época franquista (en su versión abreviada), así como una alegoría al Comercio, la Industria y la Agricultura o la silueta de la Catedral de Burgos desde el Arco y puente de Santa María. Todos llevarán las firmas de Antonio Goicoechea Cosculluela como Gobernador, de Antonio Garcia Victoria como Interventor y de Juan Villarroya Masfarner como Cajero.
Los valores más pequeños, ejemplares de 1 y 2 pesetas, incluyen la leyenda “Pagará al Portador”, además de citar el texto propaganda “II Año Triunfal”. Los dos ejemplares de valor de 5 pesetas la cambian por el texto “De Curso Legal” omitiendo ya el texto «conmemorativo».
Los reversos muestran viñetas indefinidas con rosetas y cicloides con cierta simetría, las leyendas del banco y valor en cintas o anillos y una pequeña cartela al pie con la identidad de la empresa editora. Solo el billete de 5 pesetas de 1937 nos muestra una viñeta que ofrece heráldica y ornamentación floral, además de una cartela con el texto penal ante falsificadores. Los números de serie se tipografiarán por duplicado en el reverso en color negro (excepto el billete de 5 pesetas de 1938 que los muestra al anverso en tinta roja).


Así encargo una emisión de billetes de 5 pesetas a la imprenta zaragozana Portabella. En ella estamparían la fecha de 18 de julio de 1937, como conmemoración del aniversario del Alzamiento (la sublevación militar contra el Gobierno de la 2ª República fue el 18 de julio de 1936). Esta imprenta ya había emitido para este bando los billetes de 5 y 10 pesetas de 1936 (revisados en este post anterior). Su ubicación en zona comprometida con el golpe facilitaría tanto el encargo como su emisión (de hecho el general de su región militar, Miguel Cabanellas, se alió con los sublevados en los primeros momentos).
El ejemplar nos ofrece en su anverso una alegoría del Comercio (con su caduceo), de la Agricultura (con su ramo de espigas) y de la Industria (con su yunque, pico y rueda de engranaje). Cromaticidad grisácea en marco y viñeta y fondo interior color crema. Sobre el fondo una trama blanca repetitiva de cruces y estrellas con ornamentación floral y perímetros perlados. Leyendas y firmas en color negro. Al pie una cartela negra con el nombre de la imprenta en letras blancas.

Para el reverso, en cromaticidad rojiza, se dibuja un barroco fondo floral presidido por un medallón con un escudo heráldico mezcla entre el imperial de Carlos I (águila bicéfala con las alas abiertas del Sacro Imperio Romano Germánico y corona imperial sobre ambas cabezas) y el abreviado de Franco (blasón cuartelado con las armas de Castilla, León, Aragón y Navarra y el entado en punta de Granada).
Al ambos lados del escudo dos cruces en trébol de guilloches con sendos artísticos “5” en su interior. Una banda apergaminada (filacteria) con la identidad del Banco encabeza la composición. Al pie, otra filacteria con el texto alusivo a las penas por falsificación. Los números de serie, por duplicado en tipografía negra pero con letra de serie impresa en rojo. Se emitieron más de 38 millones de ejemplares en numeración sin letra de serie y con las letras de serie A, B y C.
La segunda emisión divisionaria de Burgos estaría compuesta de dos nuevos ejemplares de 1 y 2 pesetas, ambos reflejarían la fecha de 12 de octubre de 1937, fecha de cierto simbolismo también pues fue un 12 de octubre (pero de 1492) cuando Cristóbal Colón arribó a las Américas. Aunque ya el rey Alfonso XIII había instituido ese día como fiesta nacional, se encargaría Franco de consolidarla en su régimen. Estos dos billetes se encargaron a la imprenta italiana Coen e Cartevalori.
El ejemplar de 1 peseta de 1937 del Banco de España en Burgos, de cromaticidad rosácea con fondo azulado, está presidido en su anverso por el escudo del rey Carlos III. Rey de España entre 1759 y 1788, sería durante su reinado cuando se instituiría tanto la bandera como el himno nacional tal y como ahora lo conocemos. Poco duraría este escudo en el billetario franquista, ya que al año siguiente se iba a introducir por Decreto un nuevo escudo para el bando sublevado.
Su reverso es una composición de guilloches en estrella en los laterales y en discos concéntricos desde el centro. En dicho centro una banda circular con los textos con la identidad bancaria y la moneda rodeando un artístico “1”. Números de serie por duplicado en tipografía negra y una cartela al pie con la identidad y ubicación de la imprenta. Se emitieron 30 millones de ejemplares entre la serie A y la serie F.
El ejemplar de 2 pesetas de 1937 del Banco de España en Burgos nos va a mostrar en su anverso el lateral izquierdo el Arco de Santa María y las siluetas tras él de las torres laterales y cimborrio de la Catedral de Burgos, en una vista tomada desde la parte izquierda del puente sobre el río Arlanzón. Al lado derecho, una columna figurada de hojas de acanto sobre base pedestal y bajo capitel clásico centran un cicloide ovalado con el valor numeral del billete. Sobre el capitel la palabra “DOS” y bajo la base el texto “PESETAS”.
Con este valor se abandonan momentáneamente los motivos heráldicos pero se recurre al patrimonio artístico de ciudades en zona nacional o afines con el alzamiento.

Su reverso está formado por un juego de guilloches/cicloides entre las cintas “Banco de España” y “Pesetas”, con el valor “2” al centro. En las cuatro esquinas sendos discos con cicloides en mariposa. Los números de serie se alternan en las esquinas izquierda superior y derecha inferior, tipografiadas en tinta negra. Se emitieron 15 millones de ejemplares entre la serie A y la serie B.
Con este mismo diseño pero cambiando la fecha se emitiría un nuevo ejemplar al año siguiente. El billete de 2 pesetas de 1938 del Banco de España en Burgos solo cambia respecto de su predecesor ese dato, que detalla “30 de Abril de 1938”.

De esta emisión se numeraron ejemplares entre las series A y N, por lo que la cantidad de ejemplares emitida (¿?) tuvo que ser muy superior a su predecesor de 1937.


Por Decreto de 2 de febrero de 1938 (B.O.E. 3 febrero 1938) la Junta Militar de Burgos definió un nuevo escudo que iba a recuperar en parte la heráldica de los Reyes Católicos con algunos cambios y actualizaciones. Tomando al águila de San Juan (pero con las alas plegadas), sustituyendo las armas de Sicilia por las del reino de Navarra, integrando los cuarteles de los reinos medievales de Castilla y León, Aragón y Navarra mas un entado en punta simbolizando el reino de Granada y con una corona abierta rodeada de flores de lis, definió un blasón coronado. A sus lados las columnas de Hércules encintadas con las bandas “PLVS” y “VLTRA”. Tras la cabeza del águila la cartela ondeante con el nuevo lema franquista “UNA, GRANDE, LIBRE” y entre sus garras un yugo y un haz de flechas, otro guiño a los Reyes Católicos.

Este escudo, pero en su versión abreviada (blasón de cuatro cuarteles y eliminación de las columnas de Hércules) iba a ser utilizado en sellos, billetes y documentos oficiales. Y este fue el escudo que veríamos en la emisión de los billetes de 1 peseta de 1938 del Banco de España en Burgos.
Sin embargo, las pesetas de metal que iban a acuñarse tras finalizar la guerra civil durante todo el periodo franquista sí incluirían el escudo en su versión completa, no abreviada (se acuñaron pesetas de Cu/Al en 1944, 1947, 1953, 1963 y 1966).
El billete de 1 peseta del Banco de España en Burgos de 1938 tendría dos emisiones muy seguidas. La primera fechada el 28 de febrero y la segunda el 30 de abril. El texto alusivo a la fecha, incorporado como leyenda del anverso, es lo único que va a diferenciar ambos diseños. Sus reversos son idénticos para ambos e iguales, incluso en la cromaticidad, al ejemplar anterior de anverso rosáceo de 1937.


La emisión de 28 de febrero de 1938 constaba de 62 millones de ejemplares repartidos entre la series A y la serie G. Sería puesto en circulación el mayo de ese mismo año.


De la emisión del 30 de abril de 1938 casi se duplicó la tirada. La cantidad de ejemplares emitidos fue de 118 millones, con numeraciones entre la serie A y la serie N.
El último billete divisionario del bando sublevado en estos dos años de contienda fue el billete de 5 pesetas de agosto de 1938. Pese a ser una emisión independiente del billetario principal de ese año (febrero de 1938), recupera en su diseño cierta semejanza con la emisión de 1936. Su viñeta enmarcada ocupa las ¾ partes de la superficie del billete, dejando fuera del marco sobre fondo blanco el grabado de una cicloide sobre la que se dibuja el valor del ejemplar. En cromaticidad predominante de verdes y amarillos lleva en su anverso dos números de serie en tipografía roja.
En el anverso se muestra el valor del billete, en cifra, dentro de la viñeta principal en una roseta de doble trébol con dos cintas con el valor y moneda, en texto. El resto de la viñeta es para las leyendas identitarias en letras verdes de distintas tipografías. El fondo amarillo blanco se rellena con un patrón horizontal y vertical que intercala el valor “5” en escudo con el símbolo de la flor de lis; esta trama queda limitada por un marco de guilloches, en verde, roto en las esquinas por una cartela curva con la moneda en texto y el valor en cifra, en posición radial hacia el centro.
El reverso, de cromaticidad verde grisácea, nos dibuja un marco que encierra las ¾ partes de la superficie, coincidente con el anverso viñeteado. Una roseta estrellada con un gran “5” preside el dibujo y a sus lados, en total simetría vertical, dos rosetas con el valor en texto en sus centros y cartelas de texto con la moneda encima y debajo de ellas. La orla del marco presenta dos cartelas iguales con la identidad del Banco en el lado superior y al pie; en sus esquinas sendas rosetas con el valor en número en posición radial.
Se emitieron 112 millones de ejemplares con números con letra de serie entre la A y la M.
Las medidas de seguridad aportadas en estos pequeños billetes van desde una filigrana tipo enrejado romboidal, con el valor del billete en cada trama, para las emisiones de Coen e Cartevalori (ejemplares de 1 y 2 pesetas) hasta una filigrana indeterminada en el ejemplar de 5 pesetas de 1937 de M. Portabella (de papel alemán) o filigrana mas pequeñas tiras incrustadas con el texto del Banco de España en el billete de 5 pesetas de 1938 de Giesecke & Devrient.
También en el bando republicano se necesitaron billetes divisionarios. Además en sus territorios, debido al aislamiento y a las dificultades de recepción de billetes oficiales, las autoridades locales se vieron obligadas a emitir billetes de necesidad que cubrieran los pagos cotidianos. Este billetario del lado republicano lo revisaremos en próximos post.
Arte y belleza de un pequeño billetario en tiempos difíciles que ya forma parte de nuestra Historia. ¡Espero que os guste!
Vaya entrada, esto son palabras mayores. A nivel divulgativo, se agradece el presentar los dos formatos (monedas y billetes) para explicar el concepto «monedas de papel». Excelente el estado en que se aprecian muchas de las piezas expuestas y ya impaciente por contemplar los billetes divisionarios del lado republicano. Prometen.
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Gracias Roberto! Era un buen acompañamiento para explicar el concepto de billete divisionario o billete emitido para sustituir la moneda circulante de valor menor a 25 pesetas en esa época. La triste coyuntura social del momento y el valor real de las monedas metálicas hicieron el resto.
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