LÍBANO, «Baalbek» en PIASTRAS y LIBRAS de mediados del s. XX

Libano piastras y libras 1948-1964 anversos y reversos

“La Notafilia es Arte, es Cultura, es Historia, …¡Descúbrela!”

Desde “Miscelánea” nos trasladamos hasta el continente asiático para recalar en la cuna de los fenicios, Líbano. Este país se encuentra en la zona asiática conocida como Oriente Próximo, limitando con Israel, Siria y bañado por el mar Mediterráneo. Aunque por esa tierra pasaron asirios, babilonios, armenios, persas, griegos, romanos, …hablar del Líbano es hablar de los fenicios, de los descubridores del vino, de los inventores del alfabeto, de los grandes mercaderes de la antigüedad, …y nos tenemos que remontar al año 1200 adC. si queremos ponerles fecha.

Un poco más cerca, ya en la Edad Moderna, el Líbano fue parte del Imperio Otomano desde el s. XVI hasta su caída tras la Primera Guerra Mundial. Desde entonces sería colonia, hermanada con Siria, y Protectorado de Francia hasta su independencia en 1943. Actualmente cristianos maronitas, drusos, sunitas, chiitas y refugiados sirios y palestinos comparten uno de los territorios asentamiento humano más antiguos del Mundo.

Vamos a contemplar una serie de billetes de mediados del siglo XX emitidos por la “République Libanaise”: los ejemplares de 25 piastras de 1948 y 50 piastras de 1950, y de la emisión del “Banque de Syrie et du Liban”: los ejemplares de 1 libra de 1964, 5 libras de 1955, 10 libras de 1961 y 100 libras de 1958.

Libano piastras y libras 1948-1964 anversos

Sus anversos y reversos, casi monocromáticos por valores, nos ofrecen motivos arqueológicos de distintas épocas, aunque son varios los ejemplares que muestran los restos arquitectónicos de la ciudad de Baalbek y la huella dejada, desde allá por el s.II, por el Imperio Romano. Todo Baalbek fue considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984. En algunos ejemplares también veremos el mítico cedro libanés entre paisajes.

Libano piastras y libras 1948-1964 reversos

Los valores más pequeños, que se corresponden con los emitidos por la “République Libanaise” (1948-1950), muestran sus numeraciones en cifras árabes en sus anversos. Los valores mayores, emitidos por el “Banque de Syrie et du Liban” (1952-1964), ya ofrecen sus series en numeración occidental. Tercian textos en árabe y en francés, bien manteniendo la separación en anversos o reversos (valores en piastras) o bien mezclados en ambas caras (valores en libras). Los ejemplares en libras fueron impresos por la empresa londinense Thomas de la Rue & Co. Lmtd.

El billete de 25 piastras del Líbano de 1948 nos ofrece al anverso el típico cedro libanés, símbolo por excelencia del país. Para el reverso un prótomo león que servía de gárgola sobre un ornamento con grecas griegas en un friso, parte de los muros del Templo de Júpiter en la ciudad de Baalbek. Coloración predominante granate vino. Textos, valores y numeraciones en árabe en anverso y en francés en reverso. Números de serie en arábigo oriental.

El billete de 50 piastras del Líbano de 1950 nos ofrece al anverso las seis columnas que quedan en pie del Templo de Júpiter en Baalbek. Para el reverso un grabado del Templo de Venus, también de Baalbek. Coloración predominante verde con trazas púrpuras. Textos, valores y numeraciones en árabe en anverso y en francés en reverso. Números de serie se mantienen en arábigo oriental.

El billete de 1 libra del Líbano de 1964 nos muestra en su anverso los restos del Castillo de Sidon “Kalaat Saida al-Bahriya”; restos arqueológicos de una fortaleza erigida por los cruzados en el primer tercio del s.XIII a orillas del Mediterráneo, al centro-sur del país. Para el reverso las seis columnas corintias y cornisa aún en pie del Templo de Júpiter, en la ciudad de Baalbek. Textos en francés y en árabe en ambos lados y números de serie en numeración occidental (numerales indo-arábigos). Monocromaticidad en tonos marrones.

El billete de 5 libras del Líbano de 1955 nos ofrece en su anverso vistas del Palacio de Beiteddine, su patio, sus fuentes y jardines, construido en tiempos del Imperio Otomano en una pequeña ciudad al sureste del país. Data de finales del s. XVIII en una mezcla de arquitecturas árabe e italo-barroca. Para el reverso nos guardan el grabado de un paisaje invernal con cedros nevados. Monocromatismo en tonalidades azules en ambos lados.

El billete de 10 libras del Líbano de 1961 nos muestra al anverso el Templo de Baco en Baalbek, gran muestra de la arquitectura imperial romana de finales del s.II, vestigio excelentemente conservado de la antigua Heliópolis, hoy toda ella Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Para el reverso nos dibujan un paisaje de una colina con una ciudad amurallada en su parte alta y una pequeña casa de campo de piedra blanca con bóveda redonda y su vallado con árboles. Monocromaticidad de tonos verdes claro-oscuros.

El billete de 100 libras del Líbano de 1958 nos ofrece una vista aérea de la ciudad de Beirut, hoy capital del país, con su salida al Mediterraneo y sus cerros cercanos. Para el reverso nos deleitan con un exquisito grabado de un cedro libanés, árbol emblema nacional (de hecho aparece en el centro de su bandera). Cromaticidad en tonos azules.

El cedro libanés es también conocido como cedro de Salomón (rey de Israel; 965 a 928 adC según la Biblia), quien usase su madera para construir el primer Templo de  Jerusalén (destruido por el babilonio Nabucodonosor II tres siglos y medio después).

Sus marcas de agua solo son visibles en los ejemplares en libras, ya del “Banque de Syrie et du Liban”, en los que veremos la cabeza de un anciano barbudo y, ¡como no! el alzado de un cedro.

Un billetario austero pero con ese orgullo patrio en su pasado que ofrecen países con gran historia a sus espaldas.¡Espero que os gusten!

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SIRIA, Columnas de BAALBEK y el billete de 1 LIBRA de 1939

“La Notafilia es Arte, es Cultura, es Historia, …¡Descúbrela!

Desde “Semejanzas” recalaremos en la Siria de los años ’40 del s.XX, años en los que iba a finalizar el mandato francés sobre esos territorios, encomendado por la Sociedad de Naciones nada más finalizar la 1ª Guerra Mundial. Francia tuteló Siria y el Líbano entre 1920 y 1945, ambos territorios serían Protectorados franceses durante 25 años. Repasaremos un peculiar billete de 1 libra de Siria emitido en 1939 a través de cinco de sus presentaciones reselladas.

Siria albergó una de las civilizaciones más antiguas datadas, el Imperio semítico (s. XXV adC) ya dejó restos por su territorio. Luego sería fenicia, hebrea, aramea, asiria, babilonia, persa, griega, armenia, romana, nabatea, bizantina, árabe, egipcia, cristiana, otomana, …y francesa. Su capital, Damasco, fue la capital del Imperio Omeya en su etapa de máximo esplendor (s. VII-VIII) cuando este se extendía desde la península ibérica, todo el Magreb, la península arábiga, el Turkestan y territorios del Cáucaso, hasta los límites con la India.

Los ejemplares que contemplamos son los billetes de 1 libra en 1939 que el Banque de Syrie et du Liban emitió nada más ser autorizado a sacar papel moneda. Este Banco estuvo precedido desde 1924 por el Banque de Syrie et du Grand Liban, y desde 1919 por el Banque de Syrie, antes de llegar los franceses a tutelar su nuevo recorrido tras la caída del Imperio Otomano.

Siria 1 libra 1939 (165x85mm) pk.40a anverso

Todos toman como base el billete de 1 libra de Siria de 1939, que nos ofrece en el anverso una imagen de columnas que eran parte del Templo romano de Júpiter (s. I) en Baalbek (antigua Heliópolis griega, actualmente ciudad libanesa al este de Beirut). Fueron impresos por la empresa inglesa Bradbury, Wilkinsons & Co. Los textos en árabe y en francés y sus valores en árabe y en números occidentales. Llevan las firmas de Berard y Laferriere. Tonalidades con base de verde y colores cálidos (amarillos, rosas, anaranjados) conformando las figuras geométricas, cicloides y rosetas que adornan su anverso. El valor era reembolsable al portador contra 20 francos en cheque en París

Baalbek toma su nombre del dios fenicio Baal y es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1984.

Siria 1 libra 1939 pk.40a reverso

Para sus reversos, una vista aérea del viejo Beirut entre un marco de cicloides con dos columnas cuadradas o pilastras y sendos capiteles en los laterales, con paños lisos y bajorrelieve central. Un friso las une lateralmente, y en su paño un caballo en cada lado de la cartela central (con el texto del nombre del Banco en árabe). Todo en tonos rojizos (tanto la imagen como las cicloides) con un marco externo de rosetas y esquinas de tonos más cálidos, entre amarillos y marrones claros.

Os muestro un quinteto de billetes iguales en su emisión pero diferentes tras sus resellos geométricos en diferentes colores. En 1939, a esta emisión le sobresellaron o sobreimprimieron unas líneas, ángulos o rombos de diferentes colores, tanto en su anverso como en su reverso. Estas sobreimpresiones coincidieron con la ocupación europea de las tropas nazis en la 2ª Guerra Mundial.

El billete de 1 libra de Siria de 1939 nos muestra, sin resellos, las columnas que aún se mantienen en pie del Templo de Júpiter en Baalbek y la vista aérea de Beirut, actual capital del Líbano.

La primera edición resellada, o Tipo A, nos muestra en anverso y reverso una línea diagonal cruzando ambas superficies de derecha a izquierda, en color violeta.

La segunda edición resellada, o Tipo B, nos muestra en anverso y reverso dos líneas diagonales paralelas cruzando ambas superficies de derecha a izquierda, en color lila.

La tercera edición resellada, o Tipo C, nos mostraría en anverso y reverso una línea en forma de galón angular cruzando ambas superficies con el vértice del ángulo al pie, en color verde. No os la puedo mostrar de la edición para Damasco (Siria) pero la veremos de la edición para Beirut (Líbano).

Sí revisamos de Siria nuevamente la cuarta edición resellada, o Tipo D, que ofrece un doble galón con los vértices hacia abajo y en color rojo.

La quinta edición resellada nos muestra una forma romboidal o de diamante, centrada para ambas caras del billete y de color azul.

No os puedo aportar ni el orden de estas ediciones ni el significado de las líneas reselladas en ellos, pero no dejan de ser una anécdota notafílica interesante, en tiempos en que su “protector” francés entraba en situaciones difíciles para su territorio europeo. ¡Espero que os gusten!