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BOSRA, la “ciudad negra”, llamada así por el color de sus ruinas y restos arqueológicos de varias épocas de nuestra historia, es un enclave de la Siria meridional, muy cercano a la frontera con Jordania. De posible fundación egipcia (s. XIV adC con el faraón Tutmosis III), fue posteriormente nabatea, luego romana, musulmana, pasando a manos de los mongoles e iniciando su declive hasta nuestros días, en los que se nos presenta ya solo como “ciudad turística”.
Es el TEATRO ROMANO de Bosra el monumento más importante de la ciudad. Datado entre en s. I adC y el s. II de nuestra era, fue de manos del emperador romano Trajano con quien gozaría de su máximo esplendor, ya que en su imperio Bosra fue capital de la provincia romana de Arabia. El teatro presenta un frente escénico “frons scaenae” grandioso (el escenario, de 45m de ancho por 8m de profundidad, ofrece un triple orden de columnas). Su cavea o zona de espectadores tiene más de 100m de diámetro, tres órdenes de gradas y cinco sectores con pasillos y rampas para acoger a 15.000 espectadores.
Alrededor del teatro se ha edificado la Ciudadela, erigida por los árabes en los s. XI a XIII, y fortificada por doce torres cuadradas, circundada por un foso a su alrededor.


El billete de 25 libras de Siria de 1973 nos muestra en su reverso parte de la “summa cavea” o parte alta de las gradas del Teatro Romano, la destinada a las clases altas de la población.


También en el anverso del billete de 100 libras de Siria de 1998 se nos ofrece una vista aérea del Teatro Romano, concretamente de la cavea y frente escénico con sus columnas desde un lateral de las gradas superiores.


En el billete de 1000 libras de Siria de 2013 se muestra casi toda la construcción interior del Teatro Romano, en una vista aérea de la cavea, frente escénico, columnas y fortificaciones, desde una vista frontal desde las gradas superiores.


Para finalizar todas la perspectivas posibles, en el billete de 5 libras de Siria de 1991 se nos ofrece una tercera vista desde la cavea con el escenario, columnas y torres al fondo, pero desde el lado opuesto al ofrecido en el billete de 100 lb de 1998. ¡Queda patente la admiración del Banco Sirio por su monumento a lo largo de su billetario!


Una visita a Bosra nos exige un recorrido completo por las largas salas abovedadas de crucería ojival, pasillos y rondas, que atravesaremos nada más entrar en la Ciudadela como camino necesario para llegar a la maravillosa cavea del Teatro Romano, que ha quedado totalmente escondido y resguardado por la fortificación exterior. En las Torres Este y Oeste podremos visitar el Museo de Artes y Etnología y el Museo Arqueológico respectivamente. Y en la terraza de acceso a la Torre principal contemplaremos un museo de esculturas de basalto al aire libre.
¡Yo estuve allí, …en 2010!