«La Notafilia es Arte, es Cultura, es Historia, …¡Descúbrela!»
A apenas 15 km de El Cairo, junto al desierto, se encuentra la meseta de Gizeh, necrópolis conocida por las tres pirámides más famosas del Mundo Antiguo y la gran ESFINGE de GIZEH. Esta Esfinge, de 72 metros de largo por 20 m de alto y 6 de ancho, es una roca tallada con el rostro del faraón Kefren y cuerpo de león.
Se dice que el felino era el encargado de proteger la necrópolis. Se nos muestra con la barbilla y nariz destruida, unos dicen que obra de los cañonazos de los mamelucos, otros que los soldados de Napoleón o las tropas inglesas, pero la leyenda que cobra más aceptación es la que propone que fue un sufí llamado Saim Muhammad al-Dahr, a finales del s. XIV, quien al ver a los campesinos haciéndole ofrendas para aumentar sus cosechas, le provocó tal indignación que le fracturó la nariz.
A apenas 300 m de ella se encuentra la pirámide de Kefren, que junto a la pirámide de Micerinos (la más pequeña) y la de Keops (la más grande) forman la principal necrópolis de Egipto. Este Patrimonio de la Humanidad data de la cuarta dinastía, cuyos faraones (que dan nombre a las pirámides y a la esfinge) gobernaron entre los años 2700 y 2350 adC.


El billete de 100 libras de Egipto emitido en 2012 nos ofrece en su anverso una majestuosa vista de la Esfinge de Gizeh.
Si nuestros pasos nos llevan a descubrir el histórico Egipto, y nos adentramos en El Cairo, además de esta monumental necrópolis de Gizeh, con sus pirámides y esfinge, no debemos perdonar la visita al Museo Egipcio, al mercado zoco Al-Kalili, a la Ciudad de los muertos, a las mezquitas Al-Rifai, de Mohamed Ali y del Sultan Hassan, a la Ciudadela de Saladino, …¡un extraordinario baño de cultura, arte e historia por la franja africana bañada por el Nilo!
¡Yo estuve allí …en 2002!