
«La Notafilia es Arte, es Cultura, es Historia, …¡Descúbrela!»
Desde “Miscelánea” nos quedamos en casa trasladándonos temporalmente a los primeros años del Gobierno franquista, una vez acabada la Guerra Civil Española. Revisaremos las emisiones de pesetas de 1940 a través de sus ejemplares de mayor valor.
La Guerra Civil había finalizado un año antes, en 1939, a favor de los sublevados y el régimen del General Franco comenzaba a formar sus instituciones. Paralelamente en Europa se iniciaba la II Guerra Mundial, que afectaría a los hasta ahora principales proveedores de billetes, de países como Alemania, Italia o Gran Bretaña.
Contemplamos los billetes del Banco de España de 500 y 1.000 pesetas de enero de 1940 y de 500 y 1.000 pesetas de octubre de 1940. Aunque fuesen datados el mismo año, son billetes correspondientes a dos emisiones distintas. La emisión de fecha 9 de enero de 1940 fue puesta en circulación a finales de 1943 (el de 1.000) y a mediados de 1945 (el de 500). La emisión fechada el 21 de octubre de 1940 no saldría a circulación hasta finales de 1946 (el de 1.000) o inicios de 1947 (el de 500). Ambas emisiones llevan las firmas impresas de D. Antonio Goicoechea y Cosculluela como El Gobernador, D. Antonio Victoriano Martín y Martín como El Interventor y estampillada la de D. Juan Villarroya Masferner como El Cajero.

Los cuatro “grandes” (en 1940 con 500 pesetas se podía comprar una tonelada de patatas, o 30 litros de aceite, o 10 pares de zapatos, …) serían desmonetizados en 1971.
La emisión de enero fue encargada a la imprenta italiana “Calcografia e Cartevalori” de Milán, antes conocida como “Coen e Cartevalori” pero que adaptó el nuevo nombre por la probable procedencia judía del apellido Coen en una Italia ya alineada con los intereses nazis. El papel utilizado era de procedencia alemana, siendo los valores de 500 y 1.000 pesetas los más altos de la emisión, que se completó con billetes de 25, 50 y 100 pesetas. Los grabadores de los ejemplares mayores que contemplamos fueron Paressi (el de 500 pesetas) y Garassi (el de 1.000 pesetas).

La emisión de octubre sería la primera en editarse completamente por la FNMT, ya que seis meses antes (abril de 1940) se aprobó por Decreto el facultar a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) tanto de la fabricación (edición y grabado) como de la impresión de los billetes del Banco de España, aunque aún tenía que adquirir el papel de seguridad a una empresa externa, compra que recayó en la papelera inglesa Samuel Jones de Londres, proporcionando un papel con hilos incrustados y con marca de agua solo para el de 1.000 pesetas. Los grabados son obra de los hermanos José Luis y Alfonso Sanchez Toda.
Cabe recordar que la FNMT ya había fabricado para el Gobierno de la II República billetes divisionarios en plena Guerra Civil (50 céntimos, 1 peseta y 2 pesetas en 1938).

Los diseños nos ofrecerán grabados de inspiración imperial, personajes ilustres en la historia de España, relacionados con su cultura, su arte, sus gestas militares o de conquista, así como de representaciones artísticas de esa época. El toque de cotidianeidad con el momento lo darán las representaciones heráldicas que completan las viñetas, ya actualizadas con las nuevas versiones del recién estrenado gobierno del General Franco.
El billete de 500 pesetas de enero de 1940 está presidido por un retrato de D. Juan de Austria con gorguera al cuello en un marco rectangular en el tercio derecho del anverso. La viñeta se completa con una orla en torno geométrico, a modo de cenefa ondulada (en los lados laterales) o cenefa triangular (en los lados superior e inferior), que enmarca tanto el retrato de la derecha como el fondo central de guilloches y figuras (círculos y líneas) en columnas. En el tercio central aparecen las leyendas del Banco emisor, valor, fecha y firmas validadoras y a su pie se dibuja el escudo franquista en su versión simplificada. La parte izquierda restante esconde la marca de agua (la cabeza de Juan de Austria) entre dos rosetas con el valor en nº y dos números de serie (arriba y abajo). Se estima una emisión de 3.800.000(1) ejemplares, todos ellos de la serie A.

Juan de Austria (1545-1578) era hijo ilegítimo del emperador Carlos V y hermanastro del rey Felipe II. Su gesta más famosa sería la Batalla de Lepanto, el 7 de octubre de 1571. Se le encomendó capitanear la coalición católica o Liga Santa, formada por el Imperio Español, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la República de Génova, el Ducado de Saboya y la Orden de Malta, combatiendo y derrotando al Imperio Otomano y recuperando para los cristianos la hegemonía en el mar Mediterráneo.

En el reverso vemos un fragmento de un cuadro que debería haber representado la Batalla de Lepanto, …¡pero no! …… Fue extraído de un óleo del Museo Naval de Madrid que representa una batalla entre galeones españoles y holandeses allá por el s.XVI. …más bien instrumentalización del nuevo régimen, que tras la guerra civil, no quiso renunciar al pasado imperial y al reconocimiento de personajes ilustres y a su historia, y lo veremos plasmado en el billetario posterior.

La viñeta queda enmarcada con una orla de torno geométrico muy parecida a la del anverso, quedando el dibujo bajo la cartela identificativa del Banco y sobre la cartela con el valor en texto. En su lado derecho (zona de marca de agua) el valor en cifra y la leyenda de la moneda por duplicado, arriba y abajo. Bajo el texto del Banco emisor, en el centro superior, aparece nuevamente el número de serie en tinta roja y muy pequeño tamaño.

El billete de 1.000 pesetas de enero de 1940 está presidido en su anverso por un retrato de Bartolomé Murillo, pintor español del s.XVII, de estilo barroco y pintura muy centrada en la devoción religiosa (obras pictóricas para iglesias o conventos) y el costumbrismo (reflejo de escenas cotidianas). El busto queda centrado en el interior de un marco ovalado con zona de marca de agua a su derecha y fondo de cicloides bajo las leyendas identitarias (de valor, fecha y firmas validadoras) a su izquierda. Las cartelas del Banco emisor y el valor, nuevamente en texto, quedan sobre y bajo el retrato, respectivamente. Dos números de serie en tipografía negra en las esquinas inferiores sobre sendas cintas apergaminadas y el valor en cifra, por duplicado, sobre rosetas en las esquinas superiores. La viñeta se cierra con un marco de orla de torno geométrico y color verde oscuro. La zona de marca de agua esconde el busto del pintor Murillo. Se estima una emisión de 3.060.000(1) ejemplares, todos ellos de la serie A.

Para el reverso nos deleitan con un grabado que recoge la escena central del cuadro de Murillo “Niñas contando dinero«, óleo sobre lienzo de 1675 de su producción tipo costumbrista infantil, expuesto en el museo Alte Pinakothek de Munich (Alemania).
Se dibuja en el interior de una ventana abovedada que ocupa el tercio central del billete, flanqueada por dos columnas laterales con capiteles de hojas de acanto y pedestales con querubines alados. Sobre la ventana la cartela identitaria del Banco y al pie una cartela con el valor en texto. A derecha e izquierda de la ventana central sendos óvalos con marcos barrocos, el de la derecha con fondo de cicloides y el valor en artísticas cifras de gran tamaño a tono con el color del marco; el de la izquierda en blanco como reserva de marca de agua. Bajo la cartela superior un número de serie en tipografía roja y cifras de muy pequeño tamaño. La orla de torno geométrico que encierra la viñeta es de cromaticidad anaranjada.

El billete de 500 pesetas de octubre de 1940 nos ofrece en su anverso una escena extraida del cuadro «El entierro del Conde Orgaz«, óleo sobre lienzo de grandes dimensiones (4.8×3.6m) que Doménikos Theotokópoulos pintó en 1588. Más conocido como “El Greco”, fue un pintor manierista (de final del Renacimiento) del s. XVI centrado en grandes obras pictóricas para iglesias o instituciones religiosas. El cuadro original se conserva en la parroquia de Santo Tomé de Toledo, templo para el que fue realizado.

El billete en su totalidad es un diseño homenaje a la ciudad, otrora imperial, de Toledo. Además de la escena del óleo de El Greco, nos completa la viñeta del anverso con motivos artísticos de este enclave cruce de culturas, donde convivieron la fe islámica, la judía y la cristiana.

La parte izquierda del anverso y la orla que encierra la viñeta nos reproduce ornamentos mudéjares de yeserías que encontraremos en edificaciones emblemáticas de la alta Edad Media y los inicios de la Edad Moderna. Así la ornamentación mostrada, con detalles de hojas de vid, de roble o palmas, es semejante a ciertas yeserías que enlucían los patios del Palacio de Fuensalida o del salón de la Casa de la Mesa, ambos en Toledo.

El grabado del tercio superior izquierdo que cubre la zona reservada para la marca de agua fue añadido ante la ausencia de filigrana por parte de la casa suministradora del papel. Se eligió dibujar un medallón multilobulado, integrado en la columna ornamental, con figuras extraídas de un vaso omeya del s. X tallado en marfil, joya del arte hispanomusulmán conocida como píxide de Al-Muguira, quien fuera príncipe omeya e hijo del califa de Al-Andalus Abderraman III. El medallón acoge tres personajes con diversos artefactos, un laúd, un frasco, un cetro y un abanico oriental, en pie y sedentes sobre un trono sostenido por dos leones.

Completan el anverso las leyendas del Banco emisor en letras góticas y el valor en texto, fecha y validadores en diferentes tipografías. Tonos verde oliva con fondo amarillo y trazas de rosas y grises para la escena pictórica. Lleva un número de serie en tipografía roja en este lado y dos en diagonal al reverso. Su tirada se estima en 3.050.000(1) ejemplares sin letra de serie.

El grabado del reverso nos ofrece una vista de Toledo con un skyline muy religioso: de derecha a izquierda nos dibujan las partes altas de la Catedral, la cúpula principal de iglesia de San Ildefonso (o de los jesuitas) y las naves y el presbiterio de la iglesia de San Marcos. En el tercio derecho nos dibujan un escudo heráldico sobre ornamentación de yeserías mudéjares semejantes a las vistas en el anverso.

El escudo está inspirado en el recién adoptado por el General Franco (por Decreto de 2 de febrero de 1938 de la Junta Militar en Burgos) pero en versión abreviada (blasón cuartelado con las armas de Castilla, León, Aragón y Navarra y el entado en punta de Granada, coronado por una corona abierta de flores de lis, abrazado por el águila de San Juan con las alas plegadas y flanqueado por las columnas de Hércules encintadas con las bandas “PLVS” y “VLTRA” en alusión al Imperio español ultramarino). Se completa con la “nueva marca” como lema franquista: una cartela en cinta que ondearía tras la cabeza del águila con el texto “UNA, GRANDE, LIBRE”.

Para el anecdotario notafílico, resaltar que han aparecido ejemplares en los que se percibe una especie de monigote en el disco reservado para la marca de agua (que finalmente no se puso) solo perceptible a la luz ultravioleta, …¡y no en todos los ejemplares! ; Para muestra una imagen con el detalle en tres ejemplares de numeraciones muy distintas.

El billete de 1.000 pesetas de octubre de 1940 nos ofrece en su anverso el rostro del emperador en el lado izquierdo mirando hacia la derecha. El grabado del rostro se extrajo del óleo sobre lienzo “Retrato ecuestre de Carlos V en Mühlberg” pintado por Tiziano en 1548 para conmemorar la victoria de Mühlberg de 1547 contra la Liga protestante de Smalkalda.

Este cuadro, donde aparece un envejecido monarca con casco, armadura y peto a lomos de su caballo, se conserva también en el Museo del Prado de Madrid. El medallón ovalado que rodea el retrato está cruzado desde abajo y por detrás por dos espadas roperas de taza (o cazoleta).
Su cromaticidad predominante, en un fondo difuminado de grises, verdes claros y amarillos ocre, es en tonos púrpura para el retrato y las leyendas y grises para el resto de grabados. En la esquina superior derecha se muestra el valor numeral del ejemplar sobre un rombo de guilloches y superpuesto al escudo nacional franquista aprobado en 1938 (Águila de San Juan con las alas plegadas abrazando el blasón, corona de los RRCC, yugo y haz de flechas a los lados de la cola y cinta ondeante sobre la cabeza con el lema “UNA, GRANDE, LIBRE”). Los números de serie, en tipografía negra, aparecen al centro del anverso y en las cuatro esquinas del reverso. Su tirada se estima en 3.132.000(1) ejemplares sin letra de serie.
(1) datos de la Enciclopedia de billetes de España –FILABO 2ª Ed.

Para el reverso nos ofrecen un marco central de hojas de acanto con dos cartelas, superior e inferior, con los textos con el valor del billete y la identidad del banco respectivamente. En el interior del marco se graba el escudo imperial de Carlos V presidiendo el reverso. A sus lados discos y rosetas de guilloches con forma de triángulo sobre los que se superponen sendos valores en cifra.

Su escudo de armas, multicuartelado para dar cabida a todos los territorios bajo su dominio, se muestra abrazado por el águila imperial bicéfala con las alas abiertas, coronada por la corona imperial. En su pecho el blasón con una corona real abierta de flores de lis y florones con perlas. En sus garras, a ambos lados, las columnas de Hércules encintadas con las bandas “PLVS” y “VLTRA” en alusión al Imperio español ultramarino. Rodeando el blasón, el Toisón de Oro. En el escudo, los cuarteles de los reinos de Castilla, León, Navarra, Aragón, Jerusalén, Granada y Sicilia, el archiducado de Austria, los condados de Flandes y el Tirol, los ducados de Brabante y Borgoña y la Casa de Valois.

Las marcas de agua se presentan en los ejemplares de 500 y 1.000 pesetas de la emisión de enero de 1940 y en el ejemplar de 1.000 pesetas de la emisión de octubre de 1940, donde podemos contemplar respectivamente el rostro de Juan de Austria, de Bartolomé Murillo y un rostro femenino ladeado.

Un paseo con los grandes del billetario español de los años ’40 del siglo XX. Una década de conflictos y reconstrucción, … anales de esa Historia que recordar. ¡Espero que os gusten!