«La Notafilia es Arte, es Cultura, es Historia, …¡Descúbrela!»
La pequeña ciudad de HOIAN, en el centro sur de Vietnam y en la costa del mar de China, es un amalgama de culturas japonesa, china y francesa con veinte siglos de historia, que ha soportado el paso del tiempo para seguir ofreciéndonos sus encantos sin maquillar. Entre los siglos XV y XIX se establecería en ella un referente puerto comercial para el sureste asiático y los mercadeos de japoneses, chinos, indios, holandeses y, ya en el s. XIX, franceses.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
Dentro de su casco antiguo de estrechas callejuelas, casas orientales, pagodas y santuarios, sobresale el PUENTE JAPONÉS, un puente cubierto (del siglo XVI) sobre un canal afluente del río Thu Bon.
Construido en 1593 por la comunidad japonesa, que establecería sus negocios comerciales al lado oeste del mismo, Se convirtió desde entonces en el punto de separación geográfica entre el barrio japonés y el barrio chino. En su interior, en un pequeño altar, se venera a Bac De (reencarnación del emperador de Jade taoísta). Actualmente desde él se accede, a modo de paso peatonal, a la calle Tran Phu, repleta de galerías de arte y tiendas de artesanía.
El Puente japonés ha sido tomado por Hoian como símbolo y emblema de la ciudad.
El billete de 20.000 dong de Vietnam de 2014 nos ofrece en su reverso un dibujo del Puente cubierto japonés sobre el afluente del río Thu Bon; pena que estamos hablando de un billete polímero casi monocromático, que no nos va a reflejar la riqueza de colores reales, y sin maquillar, que presenta este monumento.
En su anverso contemplaremos, en claro culto al héroe nacional, el retrato de Ho Chi Minh, líder indiscutible de la guerra contra la independencia del colonialismo francés en Indochina.
Un paseo por Hoian nos permitirá conocer la fascinante mezcolanza de estilos arquitectónicos vivos en sus casas y callejuelas, mezcla de arquitectura oriental, china, japonesa y occidental, colonial francesa, su rico pasado mercantil y su variopinta artesanía, en un enclave con más de veinte siglos de historia, …sin coches por su casco histórico. ¡Y no paséis la oportunidad de encargar un traje a medida en alguno de sus talleres de costura, algo que se ha convertido en un peculiar reclamo turístico!
¡Yo estuve allí …en 2015!