ESPAÑA, las 50 PESETAS de 1935 y la alquimia del engaño

«La Notafilia es Arte, es Cultura, es Historia, …¡Descúbrela!»

Desde “Miscelánea” nos centraremos en el billete de 50 pesetas de 1935, emitido por el Banco de España con el Gobierno de la II República. Este ejemplar fue dedicado al ilustre investigador Santiago Ramón y Cajal apenas un año después de su fallecimiento.

Para el mundo de la Notafilia, y más concretamente para el coleccionista aficionado, han surgido con el paso del tiempo manipulaciones cromáticas de este billete, cuya vida oficial como moneda fiduciaria fue extremadamente efímera. Con el título “La Alquimia del engaño” he querido reflejar con imágenes la trayectoria que algunos pícaros de laboratorio iban a dar a los billetes reales alterando su cromaticidad, cambiando su color para hacerlos pasar por pruebas o variantes totalmente falsas, manipuladas ¿a prueba de ingenuos?.

… y aprovechar su “puesta en escena” para redescubrir a uno de los científicos españoles más ilustres, el doctor aragonés D. Santiago Ramón y Cajal, uno de los dos galardonados españoles con el Premio Nobel de Medicina (logrado en 1906 y compartido con Camillo Golgi). El otro fue Severo Ochoa en 1959.

El billete elegido, editado con fecha de 1935, no salió a circulación hasta 1938, en plena guerra civil y con el Gobierno republicano en “franco” retroceso. Por lo que su periplo como billete en circulación no llegó a cumplir el año. Impreso por la empresa inglesa Thomas de la Rue & Co. Ltd. de Londres, su grabador fue Camilo Delhom.

España 50 pesetas 1935 (130x90mm) pk.88 serie A anverso

Su anverso nos muestra el autorretrato de Santiago Ramón y Cajal, en blanco y negro, a la edad de 81 años. Sobre fondo amarillo al centro nos dibujan una cicloide estrellada multicolor y en su centro el valor en cifras grandes de color rosa. Su marco, en tono morado púrpura, nos muestra en sus laterales sendos frisos con esculturas clásicas: un ángel alado tocando la trompeta (alegoría de la Fama) en el lateral izquierdo y una escultura de la diosa griega Atenea (o Minerva para los romanos) con un mochuelo en su mano (alegoría de la Sabiduría) en el lateral derecho. En el centro superior del marco, interrumpiendo la cartela identitaria del Banco, el escudo republicano (blasón de cuatro cuarteles y entado en punta, coronado con corona mural). En las cuatro esquinas sendos marcos superpuestos con el valor del ejemplar en cifra. Textos legales, de valor, emisión, fecha y validadores en letras moradas y un número de serie tipografiado en rojo encima del retrato de Ramón y Cajal.

Lleva las firmas de Alfredo de Zavala y Lafora como Gobernador, Adolfo Castaño Orejón como Interventor y Joaquín Serrano Montero como Cajero. Las dos primeras impresas y esta última estampillada.

España 50 pesetas 1935 pk.88 serie A reverso

El reverso nos ofrece un grabado, en cromaticidad azul grisácea, que reproduce el monumento erigido en su honor en el Parque del Retiro de Madrid, obra de Victorio Macho e inaugurado por el rey en 1926. El número de serie aparece por cuadruplicado y tipografiado en rojo en sendas esquinas.

España 50 pesetas 1935 pk.88 marca de agua (trasluz frente anverso)

La marca de agua nos muestra la cabeza de perfil de un octogenario Ramón y Cajal mirando al centro del billete.

Nuestro ilustre científico, médico e investigador Ramón y Cajal estudió la estructura microscópica del sistema nervioso central, del cerebelo, la retina y la médula espinal. Especializado en Histología y Anatomía patológica fue Premio Nobel de Medicina en 1906. Persona muy comprometida con la sociedad (no sólo en el ámbito de la Medicina) sería consejero de Instrucción Pública, director del Instituto de Higiene, del Instituto Cajal (Laboratorio de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Madrid) y senador vitalicio.

SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL

Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) nació en Petilla de Aragón, un pequeño pueblo de Navarra donde su padre ejercía de cirujano. Precisamente la profesión paterna le hizo pasar en su niñez por diferentes destinos del Alto Aragón, de Petilla a Larrés, luego a Luna, a Valpalmas, a Ayerbe, … De carácter rebelde y con un talento innato para el dibujo y la pintura, su padre no comulgaba con sus aficiones y lo internó en los Escolapios de Jaca, aunque poco después cedería a sus pretensiones dejándolo entrar en el instituto de Huesca, donde pudo desenvolver su capacidad pictórica. Paralelamente comenzó a tomarle gusto a la literatura.

En sus años de adolescencia su padre trató de disciplinar su difícil carácter metiéndolo de mancebo de barbero, …luego de aprendiz de zapatero, pero al final le permitiría volver a sus estudios. A sus dotes como dibujante se uniría una especial inclinación por la química, la física y la historia natural.

Su padre, que acababa de obtener la plaza de profesor de disección en la facultad zaragozana y médico de la Beneficencia Provincial, algo más aliviado con los nuevos resultados, lo matriculó en 1869 en la Universidad de Zaragoza, con la esperanza de convertirlo en médico y a la vez su ayudante disector.  Así empezó la aventura de quien se iba a convertir en el más ilustre científico español y padre de la Neurociencia.

Se licenció en Medicina en 1873, tras vivir un lustro convulso en la sociedad española, marcado por la insurrección contra la reina Isabel II (seguido por su destierro), el efímero reinado de Amadeo I y la proclamación de la Primera República. Sería llamado a filas ese mismo año, aprobando las oposiciones al Cuerpo de Sanidad Militar y posteriormente siendo destinado a Cuba con el grado de capitán médico. Enfermo de paludismo y disentería pidió su licencia, regresando a España a mediados de 1875.

Volvió a Zaragoza a trabajar en la Facultad de Medicina como ayudante de anatomía, luego como profesor auxiliar a la vez que preparaba su doctorado, del que se examinaría en 1877 en Madrid, donde se doctoró en la Universidad Central (ahora Complutense).

Gran aficionado a la fotografía, hábil dibujante y con grandes dotes artísticas, además de lector y escritor incansable, en 1879 lo nombraron director de los Museos Anatómicos de la Facultad de Medicina de Zaragoza, … ese año se “echó novia” y al año siguiente se casó (llegó a tener siete hijos).

A partir de entonces su dedicación iba a centrarse casi exclusivamente en la investigación. Pasaría por diferentes cátedras en las facultades de Medicina de Zaragoza, de Valencia, de Barcelona y de Madrid.

sANTIAGO RAMÓN Y CAJAL (al final de su vida laboral, ante su jubilación)

Cajal se había iniciado en sus técnicas de tinción con el Método de Golgi (basado en la tinción cromoargéntica). Camillo Golgi era un investigador italiano, con quien precisamente compartiría el Premio Nobel años después. Pero Cajal probaría otras técnicas de coloración tiñendo e impregnando las neuronas, sus dendritas y axones, y las terminaciones nerviosas, que sentaron un nuevo proceder en la investigación de las células del tejido nervioso y su entorno, tanto de humanos como en ensayos con animales.

Sus estudios, investigaciones y publicaciones tardaron en obtener el respeto y admiración social desde una España sumida en una grave crisis a finales del siglo XIX y con una irrelevancia científica a nivel internacional, pero al final llegaría para nuestro ilustre Ramón y Cajal:  en 1894 fue nombrado doctor Honoris Causa por la Universidad de Cambridge, en 1897 fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, así como miembro a su vez de la Real Academia de Medicina, …

EXTRACTO del discurso de recepción del Dr. Ramón y Cajal como miembro de la Real Academia de Medicina de Madrid en 1897, leído por el Dr. Federico Olóriz en 1907

… En 1900 el XIII Congreso Médico Internacional reunido en París le otorgó el Premio Moscú que ensalzaba el trabajo más útil e interesante para la profesión médica del trienio anterior. En consecuencia, se decidió que el congreso siguiente (en 1903) se celebrase en Madrid. La reina regente María Cristina le agració con la gran Cruz de Isabel la Católica. En 1905 sería elegido miembro de la Real Academia de la Lengua (sillón del que nunca tomó posesión) …

EXTRACTO del discurso que pronunció Cajal en la Facultad de Medicina de Madrid en el homenaje académico que le ofrecieron tras obtener el Premio de Moscú del XIII Congreso Médico Internacional -Paris, 1900-

Cuando se fundó el Instituto de Investigaciones Científicas, cuya creación autorizarían Las Cortes en 1901 para facilitar su labor investigadora, al doctor Cajal, como director del mismo, se le asignó un sueldo de 6000 pesetas anuales (seis “Gabarrús” en la jerga notafílica del momento). Fue director del Laboratorio de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Madrid, en Atocha.

Cajal Premio Nobel de Medicina copia expuesta en Paraninfo Zaragoza 2023

…Y en 1906 llegaría su reconocimiento más memorable, el Real Instituto Carolino de Estocolmo le había otorgado el Premio Nobel de Medicina y Fisiología por su doctrina neuronal y los meritorios trabajos sobre la estructura del sistema nervioso, honor que compartiría con el investigador italiano Camillo Golgi, inventor del método homónimo de tinción que Cajal usaría en sus primeros ensayos.

Se jubiló en 1922, con 70 años, siendo nombrado senador vitalicio y recibiendo la Medalla Echegaray de la Real Academia de Ciencias, estando presente el rey Alfonso XIII. …y se erigió un monumento en su honor, de corte griega, en el Parque del Retiro madrileño. Este monumento, obra del escultor Victorio Macho e inaugurado en 1926 por el rey Alfonso XIII, fue plasmado en un austero tono azul grisáceo en el reverso del billete que nos ocupa.

Del mismo modo, para homenajearlo en su jubilación desde la Universidad de Zaragoza, en 1922 se encargo al escultor Mariano Benlliure una estatua en mármol que presidiera la escalera principal del Paraninfo, que iba a ser sufragada por suscripción popular. Ésta se colocó en 1925 en el primer rellano de las escaleras principales, cuyo acto también fue presidido por el rey Alfonso XIII.

Moriría en 1934 con 82 años, cuatro años después de enviudar y habiendo vivido en estos últimos lustros un cambio importante en la vida social española, que pasó de Dictadura a República pero seguía sumida en una situación económica catastrófica entre el caos y la desorganización. Pero nunca abandonó su trabajo en la Universidad, su laboratorio en los bajos de su casa y sus charlas en el café.

    extracto de la carta de Cajal a su discípulo Rafael Lorente de Nó en 1933

¿Pero quien iba a decirle al sabio Cajal, de extraordinario talento artístico y gran dominio de la química del contraste, que años después unos alquimistas de patio de colegio iban a manipular el billete que lo perpetuó en la Notafilia española, distorsionando su coloración oficial con casi todos los colores del arco iris?   …sin embargo, no lograron, ni mínimamente, cambiar el aspecto y tonalidad de su retrato.

España 50 pesetas 1935 manipulaciones cromáticas y tampones falsos

Para el anecdotario notafílico nos queda el ejemplar más manipulado del billetario español, alterado químicamente con casi todas las coloraciones visibles (¡menos el verde!). ¡Qué casualidad que estaba dedicado a nuestro ilustre investigador Ramón y Cajal, un experto en la aplicación de la química y el uso de tintas para el progreso de la Humanidad, …y no para el engaño!

El Archivo Santiago Ramón y Cajal (parte del Legado Cajal, del Instituto Cajal-CSIC) y archivos científicos particulares de los herederos de algunos de sus más destacados discípulos (Pedro Ramón y Cajal, Pío del Río Hortega, Fernando de Castro y Rafael Lorente de Nó) se inscribieron en 2017 como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el programa Memorias del Mundo. En este año 2024 el Legado Cajal ha sido declarado BIC (Bien de Interés Cultural) por el Consejo de Ministros.

Monográfico extremadamente básico de nuestro ilustre “Doctor Bacteria” (seudónimo con el que firmaba Cajal sus primeros escritos de divulgación en su juventud) con un más extenso estudio notafílico del billete que su país emitió para homenajearlo, …y los “tramposos” utilizaron para su “graciosa” manipulación.  ¡Espero que os guste!

2 comentarios en “ESPAÑA, las 50 PESETAS de 1935 y la alquimia del engaño

  1. Sobre la completa descripción que presentas, entiendo que si el anverso del billete no hubiera tenido el escudo republicano quizás hubiera “vivido” más de un año. El que no se modificara la cartela identitaria del banco de España con esa finalidad testimonia la complejjidad de la epoca pero afortunadamente no invisibiliza la existencia de un billete tan sobrio y elegante como el que presentas.

    En cuanto a los extractos sobre textos y discursos contribuyen a conocer el perfil de D. Santiago. Una personalidad, compleja y genial de nuestro querido y admirado paisano aragonés.

    Sobre el tema de los colorantes se puede hablar mucho pero creo que en una sola dirección: en su individualidad y conjunto contribuyen a dotarlos de una especificidad y barniz historico que los hacen únicos e imperecederos. Objetivo que por otra parte nunca debieron perseguir sus autores. Ironias de la vida. En definitiva, pura historia de España y del billetario español.

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    • Gracias, Roberto, por tu comentario!

      Es obvio que el bando ganador en la guerra civil en uno de sus primeros decretos sentenciaría el billetario republicano. Sería requisado, inutilizado o simplemente depreciado en su cambio. La peseta «roja» se convirtió en un mero papel mojado según el bando sublevado iba ocupando territorio republicano. La guerra también fue financiera. El bando ganador requisó el dinero del bando derrotado con promesas de restitución que nunca se cumplieron. ¡Y eso que se dictó una Ley de Desbloqueo de Capitales al finalizar la guerra!

      Respecto a las manipulaciones cromáticas con hasta ocho tonalidades distintas, lo peculiar es que el billete analizado es el único que ha sufrido este pirateo de colores. Porque no son pruebas de selección de color de la imprenta, como sí existen en otros billetes, sino gracietas de alquimista que deben ser tomadas como tales, y coleccionarlas como lo que son: billetes originales manipulados químicamente de forma fraudulenta.

      Este ejemplo me recuerda el último billete de 100 pesetas que veríamos antes del euro. Las 100 pesetas de Manuel de Falla de 1970 también aparecieron con el reverso verde (originalmente se imprimieron en color marrón) en una manipulación tan semejante como no oficial, …y precisamente con el único color que no apareció en los pirateos del billete de Cajal.

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